Crowe le da vida a “Robin Hood”

DAVID GERMAIN

LOS ANGELES (AP)

La más reciente versión, “Robin Hood” de Ridley Scott, sin embargo, le da un giro al personaje al mostrar a Russell Crowe como un tipo de poses un poco charlatán llamado Robin Longstride, un soldado de infantería revoltoso y desaliñado que regresa de las Cruzadas y un asedio en Francia.

Aunque un arquero hábil y leal al rey Ricardo Corazón de León, el Robin de Crowe vuelve a Inglaterra tan desbaratado que cuando recibe una invitación a cenar le dicen que primero se bañe porque apesta.

Es un gran contraste con el abanderado de Hollywood como el alegre bandido del Bosque de Sherwood, Flynn, quien protagonizó en 1938 el espectáculo en Technicolor “Las aventuras de Robin Hood”.

El Robin de Flynn se viste como un dandi con pantaloncillos verdes y túnica, con volantes y lentejuelas, además de una pluma en el sombrero. Crowe y Scott no estaban interesados en perpetuar ese sentido de moda estereotipado, y le dieron un giro al más auténtico drama de época de finales del siglo XII y principios del XIII para explicar cómo surgió la leyenda de un Robin Hood que roba a los ricos para darle a los pobres.

“Es un tipo que ha vivido, no un tipo que camina por ahí con una pluma en el sombrero y una faldita verde. Nunca me gustó ese Robin Hood. No me lo creía”, dijo Scott. “La película comienza a construir el proceso de cómo Robin se convierte en Robin Hood”.

También actúa Cate Blanchett como Lady Marian, más princesa guerrera que la doncella de cintas pasadas, como Olivia de Havilland en la de Flynn.

Decenas de películas y programas de TV han apelado a la historia de “Robin Hood”, la primera en los días del cine mudo hace un siglo. Douglas Fairbanks protagonizó la épica silente de 1922, un éxito de taquilla en su era cuya acción acrobática le sirvió al espadachín de Flynn 16 años después.

Una ráfaga de películas de segunda se produjeron tras la versión de 1938 las dos décadas siguientes, como “El rey de los bosques” de 1948 y “Los hombres del bosque de Sherwood” de 1954, que mostraban al Robin Hood moldeado por Flynn.

“Él es para Robin Hood lo que Sean Connery es para James Bond”, dijo Allen W. Wright, un entusiasta de Robin Hood que supervisa el sitio web www.boldoutlaw.com, dedicado a la tradición y literatura del héroe. “Si cierro los ojos y alguien dice, ‘Robin Hood’, veo a Errol Flynn”.

Kevin Costner se apuntó en 1991 un éxito de taquilla con “Robin Hood, príncipe de los ladrones”, interpretando al personaje como un sensible guapetón de la Nueva Era. Luego Mel Brooks le dio la vuelta y se burló de la leyenda con “Las locas, locas aventuras de Robin Hood” en 1993.

Todas las versiones difieren en detalles, pero la mayoría mantienen los conceptos clave.

Como muchas historias de Robin Hood, el nuevo relato de Crowe y Scott se ubica en la era del rey Ricardo y su confabulador hermano, el príncipe Juan. Muestra el regreso de Robin a una Inglaterra quebrada por las “aventuras extranjeras”, la ciudadanía cansada de los altos impuestos y los líderes maquinando beneficiarse a costas de los más pobres.