Staff Agencia Reforma

Demi Moore se siente culpable de que su hija Tallulah se encuentre en un centro de rehabilitación para superar sus adicciones.

La actriz, quien también tuvo problemas con su dependencia a los fármacos, está convencida de que heredó sus problemas a la adolescente.

“La joven está progresando poco a poco, pero Demi está destrozada”, dijo una fuente a Grazia, “su hija mayor, Rumer está muy preocupada, y está tratando de ayudarla a superar este trauma. Pero Demi no puede parar de llorar”.

Ponerle un ultimátum a Tallulah para que acudiera con profesionales para tratar su dependencia al alcohol y la cocaína, fue lo mejor que pudo haber hecho la ex de Ashton Kutcher, así lo consideraron sus familiares.

A principios de agosto, Demi Moore y Bruce Willis amenazaron a su hija menor de que le quitarían todo si no buscaba ayuda, según reveló una fuente a la revista People.