Reflexiones

La Raza del Noroeste

La legalización de la marihuana es un tema muy complejo y de tono sensible para muchas personas.

En los países de Latinoamérica los consumidores de esta droga forman parte de las personas indeseables por la sociedad. Al emigrar a este país nos damos cuenta que en muchas ocasiones la marihuana es vista con otros ojos, quizás como una droga que no es tan dañina.

La discusión pública de los simpatizantes a la medida que aparecerá en la boleta electoral de noviembre, es que la marihuana debe ser legalizada, debe ser sujeta a impuestos y regularizada. Hace unas semanas empezaron a pasar por la televisión un comercial donde habla una señora, quien se identifica como una madre de familia, ella habla sobre la importancia de que los policías estén arrestando a personas que realizan crímenes graves y no a personas por posesión de la droga.

¿La posesión y el uso de la marihuana es o no un crimen grave?

Los opositores a la iniciativa temen que al legalizarla, esta pueda ser más accesible para los jóvenes, tambien se dice que esta sustancia es la puerta para experimentar drogas peores como la cocaína.

Analicemos la historia de la prohibición. El alcohol fue una sustancia prohibida hace décadas. En ese entonces como ahora, la discusión en pro y en contra era la misma.

Finalmente se logró pasar la medida y el alcohol se volvió legal. ¿Trajo consigo problemas?, si, ¿ha podido el gobierno hacer dinero de la legalización? Por supuesto

Lo verdaderamente importante y fundamental de esta discusión es pensar de qué manera nos afectará la legalización o la prohibición de esta sustancia como sociedad.

Es decir, cada persona es libre de ingerir lo que quiera, esa es una decisión personal que cada uno tomamos por nuestro cuerpo. Sin embargo, las decisiones que afectan a los demás, a los transeúntes inocentes, es lo que debemos pensar.

Llegar a las urnas no es solo ir a marcar una casilla, es pensar si nos va a perjudicar o si va a ser de beneficio para todos como comunidad.