Haitianos de luto

Nueve migrantes mueren en el mar

JENNIFER KAY

MIAMI (AP) — La voz del reverendo Reginald Jean-Mary se entrecortó el viernes, mientras consideraba las palabras que diría a sus parroquianos en una ceremonia de oración por los haitianos a bordo de un bote que zozobró frente a las costas de Florida.

La Guardia Costera de Estados Unidos suspendió el jueves la búsqueda de sobrevivientes.

Al menos nueve personas murieron, incluida una niña de un año, cuando el bote que transportaba hasta a 35 personas se volcó el miércoles temprano. Otros 16 fueron rescatados ese día a unos 24 kilómetros (15 millas) de la costa de Florida, a unos 96 kilómetros (60 millas) al norte de Miami.

Estas ceremonias se han vuelto familiares para Jean-Mary. En el 2007, un destartalado bote con 101 migrantes haitianos terminó un viaje de tres semanas al norte de Miami. Uno de los inmigrantes murió y el resto enfrentó la deportación. Cada año, botes repletos de migrantes de naciones caribeñas realizan travesías similares. Un número indeterminado perece en el camino.

No está bien. No está bien, repetía Jean-Mary el viernes, cada frase más suave que la anterior. Después de una pausa, pronunció nuevas palabras detrás de un suspiro. No está bien.

Los migrantes esperan escapar de la pobreza e inestabilidad de Haití, empeoradas el año pasado por cuatro tormentas tropicales y huracanes que mataron a 793 personas, causaron daños por 1.000 millones de dólares y dañaron la agricultura en el país más pobre de América.

Desde octubre, la Guardia Costera ha detenido a 1.377 haitianos que intentaban llegar a Estados Unidos.

Los feligreses de Jean-Mary en Notre Dame dHaiti, una iglesia católica en El Pequeño Haití, Miami, estaban apesadumbrados no sólo por sus compatriotas muertos sino porque los sobrevivientes suelen ser deportados. La gente salió cabizbaja de una misa el miércoles en la noche cuando Jean-Mary les comunicó la noticia de los nueve muertos.

La gente empezó a llorar. Podías escuchar los murmullos desesperados y de frustración, la tristeza de sus voces y en las oraciones dirigían a Dios, dijo Jean-Mary.

Familiares y agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos intentaban identificar a los muertos, dijo Tony Mead, gerente operativo de la oficina del forense del condado de Palm Beach.

La Guardia Costera identificó a 11 sobrevivientes quienes fueron retenidos a bordo de una embarcación. Añadió que están saludables y fueron llevados a tierra firme el viernes. Iban a ser procesados por agentes de Aduanas y Portección de Fronteras junto a otros cinco que ya estaban en tierra.