Inmigrantes negros alentados por Obama

MIAMI (AP) — Los formularios del censo estadounidense no tienen ninguna casilla que describa cabalmente a Ray Góngora, un beliceño que llegó en 1986 a Estados Unidos, un país donde es considerado hispano por una cuestión geográfica.

“Yo marcaba siempre el casillero ‘otro’’’, dice Góngora. “Soy negro, por así decirlo: un caribeño de piel morena. No puedo identificarme como negro estadounidense porque nuestras culturas son muy distintas”.

Sin embargo, no le importa que no lo tomen en cuenta bajo una categoría especial, no ahora que Barack Obama asumirá la presidencia.

Obama, quien es hijo de una mujer blanca de Kansas y de un hombre negro de Kenia, será el primer presidente negro en la historia de Estados Unidos. Su llegada a la Casa Blanca tiene un significado especial para los inmigrantes negros y sus hijos.

En Obama, ven el sueño de sus propios padres, seres que se sintieron marginados y que les inculcaron la noción de que la educación era la mejor forma de superarse. Su elección representa una victoria no sólo contra la barrera del color, sino contra la pobreza, las divisiones familiares, las fallas del gobierno y los complejos de identidad.

“Es un logro personal para cada uno de nosotros”, afirmó Góngora.

Góngora, un empleado del servicio de correos de 53 años, se tomará un día de vacaciones el 20 de enero para ver la ceremonia de juramentación por televisión en su casa de Pembroke Pines. Su esperanza es que durante el gobierno de Obama, nadie ponga en duda la ciudadanía de sus hijos, nacidos en Estados Unidos, de padre beliceño y madre hondureña.

“Le dije a mi hijo (de 17 años): ‘Tú naciste aquí y puedes llegar a ser presidente por más que tus padres vengan de otros países’’’.

El padre de Obama vino a Estados Unidos a estudiar. El presidente electo sabe también lo que es alejarse de sus raíces. Obama nació en Hawai y pasó parte de su infancia en Indonesia. Regresó a Hawai para vivir con sus abuelos y volvió a irse para estudiar. Finalmente se radicó en Chicago.

“Se fueron en busca de un destino incierto, en un sitio donde no eran aceptados. Siguieron trabajando en busca de una vida mejor”, declaró Lawrence González, del Museo de la Herencia Haitiana de Miami. “Nuestros padres hicieron lo mismo”.

Jean-Marie Denis, de 67 años, se emociona al enumerar las razones por las que los haitianos pueden decir “Obama es mi hermano”.

Obama triunfó gracias a su educación, algo muy valorado en Haití. Se dio a conocer en Chicago, una ciudad cuyo primer residente permanente fue un haitiano. El director de política de su campaña fue Patrick Gaspard, quien es de ascendencia haitiana. La victoria de Obama hace realidad el legado de Haití, escenario de la primera rebelión exitosa de esclavos, encabezada por Toussaint L’Ouverture.

“El movimiento de Martin Luther King fue una continuación del sueño de Toussaint L’Ouverture y 40 años después, Obama hace realidad el sueño de Martin Luther King”, sostuvo Denis. “Toussaint L’Ouverture no se sacrificó en vano”.

Denis, un haitiano naturalizado dueño de la popular librería Mapou en la Pequeña Haití, se ve reflejado un poco en el padre de Obama, quien salió de una aldea pobre en Africa para estudiar en Estados Unidos.

“Ahora su hijo es presidente”, dijo Denis. “Es como yo. Vine a este país con 50 dólares en el bolsillo y míreme ahora. Tengo dos médicos en la familia”.