Protege tus ojos

María Silva

Agencia Reforma

“El ojo seco es uno de los motivos de consulta más frecuentes durante todo el año”, explica Karim Mohamed Noriega, oftalmólogo con especialidad en córnea y enfermedades externas del Hospital Universitario, en Nuevo León .

Las tolvaneras, además, no sólo revolotean las melenas, también hacen aumentar la sensación de falta de humedad y las partículas en el aire.

Entre la resequedad y esas partículas provocan irritación y alergias en los ojos, agrega Adolfo Morales González, oftalmólogo y especialista en glaucoma.

Pero la nariz, la boca y la piel tampoco salen bien librados.

“En estos días sucede un fenómeno en donde todo el cuerpo tiende a resecarse, y lo primero que se debe hacer es tomar mucha agua, para proteger la nariz y la boca”, advierte Lino Antonio Guevara, otorrinolaringólogo.

Por otra parte, Manuel Sarmiento, cirujano dermatólogo y oncólogo cutáneo, agrega que para humectar la piel se requiere usar jabones ácidos y cremas con ciertos agentes, como la urea.

Más que gotas

Los ojos son la ventana del alma y hay que cuidarlos.

Uno de los síndromes más recurrentes en esta temporada es el ojo seco, que se produce porque la lágrima no cumple con la función de protegerlo del medio ambiente, y provoca inflamación de la superficie ocular (conjuntiva, córnea y borde palpebral).

Los síntomas pueden presentarse todo el día, pero generalmente son más intensos en los días secos y con viento, explica Karime Mohamed Noriega, oftalmólogo con especialidad en córnea y enfermedades externas.

“Lo más frecuente es tener la sensación de arenillas o de cuerpo extraño, ojo rojo, sensación de ‘ojos cansados’ con irritación, lagrimeo y fluctuaciones en la visión (a veces se ve claro y otras veces se ve borroso y al parpadear varias veces se mejora la visión).

“Los casos leves pueden cursar asintomáticos, pero los más severos, perforación ocular y muy baja visión”, indica Mohamed Noriega.

Adolfo Morales González, oftalmólogo y especialista en glaucoma, recomienda usar gotas lubricantes, conocidas como lágrimas artificiales, ungüentos y antiinflamatorios en algunos casos, y en situaciones más severas, se cuenta con una preparación del suero autólogo (obtenido del propio paciente), para recuperarse de esa resequedad.

Por su parte, Mohamed Noriega agrega que todas las actividades que producen una disminución en la frecuencia de parpadeo hacen que la lágrima se evapore y se sequen más los ojos.

“Toda actividad visual prolongada o extenuante que requiera concentración, la lectura, manejar largas distancias o ver televisión por tiempo prolongado. (…) también el uso del abanico”.

Toma nota

¿Cómo evitar síntomas por ojo seco?

•Mantener el ojo bien humedecido, para favorecer la calidad y cantidad de lágrimas.

•Uso de lágrimas artificiales (lubricante ocular) tres o cuatro veces al día. Se recomienda que no contengan medicamento para quitar el ojo rojo.

•Aseo y masaje del borde palpebral.

•El uso de antibióticos y/o antiinflamatorios en gotas debe ser recomendado por el oftalmólogo.

•Antes de someterse a una cirugía refractiva (para dejar de usar lentes) o de catarata, descartar el ojo seco.

Dale un respiro

En estos días, nadar en la alberca o en el mar es la actividad más preciada para muchos por el cambio de temporada.

Sin embargo, paradójicamente, el contacto con el agua de mar o albercas puede incrementar la resequedad en la piel, aunado a la falta de humedad en el ambiente, y esto fomenta que el agua que contiene la superficie de la epidermis se evapore más rápido y entren más fácilmente partículas y agentes del medio ambiente que pueden hacer más susceptible que la piel se enferme, explica Manuel Sarmiento, dermatólogo oncólogo.

“Puede ser cualquier ingrediente o sustancia que tenga contacto con la piel, como detergentes que se quedan en la ropa, perfumes, telas sintéticas, incluso la crema humectante puede irritar, además en esta temporada se fomentan las alergias, y se puede considerar una piel patológica cuando se presenta la dermatitis atópica en niños y adultos por la resequedad, aunque influyen también factores genéticos”.

Otra causa es la poca producción de sebo en el cuerpo, cuyo contenido de agentes bactericidas y fungistáticos protege contra el ataque externo, pero que se remueve todas las mañanas al bañarse, explica.

Recomienda un baño corto, de 5 a 7 minutos con agua tibia o templada y no tallarse con estropajos, sino con la mano y el jabón, de preferencia que sea ácido o con tendencia a la neutralidad, o con los sustitutos que se conocen como Syndet (sin detergente).

Después del baño no hay que secarse completamente, para aplicar crema sobre la piel húmeda y que esto ayude a crear un sello de lípidos.

Se recomienda aplicar la crema dos o tres veces al día, dependiendo del tipo de piel; si es muy acneica no debe ser muy pesada o grasosa en la cara, cuello y espalda, que son las zonas con mayor contenido de glándulas sebáceas, pero si en el cuerpo la piel es extremadamente seca se sugieren los bálsamos, que contienen más grasa y poca agua y crean una protección más densa.