Una cara entre la tormenta

Alejandro Domínguez

La Raza del Noroeste

Se veía como un día normal en la Iglesia The Rock localizada en Monroe. Casi no había ninguna actividad a excepción de personas hablando en el mostrador.

La inactividad, sin embargo, solo era temporal porque era posible que tendrían más personas en las tarde de las que estaban albergando en ese momento.

La Iglesia, localizada en 16891 1467th St NE, fue convertida en albergue por la Cruz Roja para familias desplazadas por las inundaciones de la semana pasada. El viernes por la mañana, los residentes temporales se encontraban fuera del albergue.

En un cuarto, que era designado para usarse para recreación, se había instalado ocho camas, y cuatro todavía presentaban señales de que se habían usado la noche anterior por las cobijas.

En el otro cuarto, estaba Zonia Machuca cuidando de su hija, acompañada de su prima, sobrino y el niño de los vecinos. Mientras una película infantil era mostrada en los televisores, Machuca habló de su experiencia con las lluvias.

Machuca, de 17 años, y su familia fue una de tres familias que llegaron al albergue el jueves alrededor de las 7 de la tarde desalojando su casa rodante del parque Three Rivers en Elliot Rd, en Snohomish.

Ella dejó su casa junto con su esposo e hija después de ver el peligroso aumento del nivel de agua. Dijo que solo pudo rescatar algo de ropa pero todo lo demás lo dejaron atrás.

Machuca dijo que ellos esperaban no tener que dejar su casa

“Estábamos viendo las noticias que era posible que habría inundación. Nosotros esperábamos que no fuera así”, dijo Machuca.

Machuca dijo que vio a vecinos , entre ellos su prima Andrea Machuca, mover sus casas y pertenencias río arriba. Zonia y su esposo movieron sus carros pero no pudieron mover su trailer. Su familia tenían miedo de estar adentro de éste que pasaron la noche en la camioneta de la familia. En la mañana del jueves, ellos amanecieron en medio de la inundación.

Zonia dijo que vio como la lavadora y secadora de una vecina fue llevada por la corriente. También vieron como un carro con tres personas, incluyendo un menor, quedaron atascados en el agua y tuvieron que ser rescatados por un bote.

La familia experimentó el temor de estar rodeados de agua, pero también experimentaron muestras de apoyo de parte de la comunidad.

En la noche, un vecino les trajo un calentón de gas y rechazó estar junto a él.

“Le dijimos que se acercara pero él dijo que era para los niños”, dijo Machuca.

La policía los visitó para ver como estaban en la mañana, y el jueves, un extraño los invitó a que pasaran la noche en su casa; se les dio de comer pero no había espacio para que ellos pasaran la noche. Finalmente, se les dio la dirección de como llegar al albergue de la Cruz Roja.

Al fin pudieron descansar.

“Lo más importante era tener un techo sobre nosotros”, dijo Machuca.

En el albergue, se les dio un lugar para dormir, para bañarse, comer y hasta recibir cuidado médico si lo necesitan dijo Sue Larson, una voluntaria para la Cruz Roja.

Larson dijo que The Rock pudiera dar cabida de 75 hasta 100 personas si era necesario. En la tarde del viernes pasado, tenían a 30 personas que incluían niños, registrados en el albergue.

Y mientras la agua retrocede, familias como Machuca regresan a sus casas para ver lo que perdieron y planear lo que van a hacer para el futuro.