Comer distraído le pega a su peso

Olivia Guzón

Agencia Reforma

Un estudio del Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, demuestra que la presencia de estímulos distractores, como pantallas de computadora o televisión, durante la alimentación afecta la sensación de saciedad e influye en la ingesta de tentempiés.

“Las personas piensan en los factores que afectan diariamente sus posibilidades de ejercitarse y en qué es lo que comen, pero nunca piensan en los factores ambientales que afectan cuánto comen, como las distracciones”, dijo Jeff Brunstrom, coautor de la investigación.

El estudio del año pasado, publicado en febrero de este año en el American Journal of Clinical Nutrition, realizó dos pruebas en 44 participantes: 22 hombres y 22 mujeres.

Durante la primera prueba, los participantes fueron divididos en dos grupos a la hora de su comida: bajo condiciones de distracción, quienes practicaron simultáneamente el juego de cartas solitario en una computadora, y sin condiciones de distracción, quienes comieron en una mesa aislada.

Tras consumir nueve alimentos, los resultados demostraron que los individuos distraídos expresaron sentirse menos llenos después del almuerzo que aquellos que se enfocaron en la comida.

La segunda prueba se efectuó media hora después. En ella se solicitó a los participantes calificar el sabor de diferentes galletas, con la intención de medir cuántas consumía cada individuo. Los resultados mostraron que el grupo bajo condiciones de distracción comió casi el doble.

El especialista en el comportamiento de la nutrición atribuye estos resultados al hecho de que cuando uno se enfoca en diversas tareas a la vez realiza un esfuerzo cognitivo mayor al normal, el cual puede resultar en una dificultad o imposibilidad para comprometerse a una actividad específica.

Especialistas coinciden en que estas actividades pueden mezclarse con los hábitos alimenticios, sobre todo en ejecutivos a la hora de la comida o jóvenes durante la cena.

Poca memoria

De manera paralela, el equipo de Brunstrom descubrió que la distracción de una pantalla al momento de comer afecta la memoria al grado de no recordar con precisión qué y cuánto come, y en qué orden se consumieron los alimentos.

“Otros estudios ya han demostrado que la distracción puede incrementar la cantidad que una persona consume en una comida. Aquí extendemos ese descubrimiento para demostrar que el efecto de la distracción persiste una vez terminado de comer debido a la falta de memoria”, dijo el investigador.

Cuando la es pobre, explicó, entonces en una comida subsecuente tendemos a seleccionar y consumir más alimentos.

Para evitar que esto suceda, recomienda prestar especial atención a qué es lo que come en sus comidas principales.

Efecto en los niños

Si bien el estudio se realizó en adultos, los investigadores concuerdan que el efecto en niños y adolescentes podría ser mayor.

De acuerdo con el estudio de Millward Brown, los adolescentes mexicanos dedican cuatro horas diarias al uso de Internet.

Por lo tanto, es de suma importancia que los padres tengan precauciones al permitirles a sus hijos ver televisión o hacer tarea frente a la computadora mientras comen.

…Y también estar agotado

Además de los factores externos, existen factores internos que pueden influir en tu sobrealimentación. Uno de ellos es el agotamiento mental.

De acuerdo con un estudio de la Universidad de Emory, en Atlanta, publicado en mayo en la revista Organizational Behavior and Human Decision Processes, cambiar de estrategias mentales constantemente para resolver un mismo problema afecta el autocontrol de las personas, lo que puede llevarlas a consumir más alimentos o líquidos.

“Si no puedes autorregular tus acciones o emociones, eres menos capaz de restringir tu alimentación, tu temperamento y hasta tus gastos”, dijo Ryan Hamilton, coautor de la investigación.