Demencia: enemigo a vencer

Natalia Vitela

Agencia Reforma

Escuchar al viejo de la familia preguntar una y otra vez: “¿Qué día es hoy?” es común, pues sufrir pérdida de la memoria es un riesgo latente en los adultos mayores; sin embargo, en algunos casos es posible evitar la demencia, así como retrasar las afectaciones que causa.

La demencia es un síndrome caracterizado por deterioro adquirido y persistente de la función intelectual, que daña las capacidades cognoscitivas, como la memoria, la concentración, el razonamiento, el lenguaje y el comportamiento.

Luz Esther Rangel, médico geriatra y coordinadora de la Clínica de la Memoria del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, menciona que existen más de 100 tipos de demencia, pero se dividen en tres ramas principales: degenerativas, vasculares y mixtas.

De entre las demencias degenerativas, explica, la enfermedad de Alzheimer es la más común y es causada por la formación de proteínas anormales que matan a las neuronas.

Ignacio Orozco, miembro de la Asociación Mexicana de Gerontología y Geriatría, asegura que entre 5 y 10 por ciento de las personas mayores de 60 años tiene Alzheimer y el porcentaje se eleva a 20 y 30 por ciento en quienes tienen 70 y 80 años, respectivamente.

Los expertos explican que las demencias vasculares son originadas por multiinfartos cerebrales causados por un mal control de la hipertensión, la diabetes, las grasas en sangre y las cardiopatías. Orozco asegura que alrededor de un 7 por ciento de adultos mayores con hipertensión o diabetes desarrollan este tipo de demencia.

Rangel precisa que las demencias mixtas tienen componentes tanto degenerativos como vasculares.

Asimismo, agrega, hay demencias causadas por alteraciones de la función tiroidea y hepática o por drogadicción.

Orozco afirma que el riesgo de sufrir demencia aumenta en aquellas personas con familiares que las hayan padecido, pues el componente genético es determinante.

El poder

de la música

El especialista indica que las demencias degenerativas, como el Alzheimer no pueden preverse ni es posible evitarlas, pero quienes presentan estos padecimientos tienen la posibilidad de someterse a tratamiento farmacológico y ejercicios mentales para retrasar el deterioro.

Realizar lecturas de comprensión y análisis, resolver crucigramas y sudokus, así como jugar juegos de mesa son algunas opciones de ejercicios mentales, coinciden los expertos.

“El paciente con Alzheimer debe estar bajo vigilancia médica periódica para que su organismo esté en perfectas condiciones, pues cualquier alteración del cuerpo provoca que su cerebro no funcione adecuadamente”, puntualiza Orozco.

De acuerdo con Rangel, otra forma de retrasar los daños causados por la demencia es la socialización, así que es ideal que los adultos mayores se integren a actividades donde compartan con sus pares.

“Para conservar la memoria es ideal escuchar música o aprender a tocarla. Escuchar la música de Bach, por ejemplo, o aprender a tocar un instrumento musical estimula la neurogénesis y la plasticidad cerebral, es decir, la formación de neuronas nuevas”, precisa Rangel.

Sí se previene

Las demencias vasculares sí son prevenibles, pues éstas son causados por infartos cerebrales originados por un manejo inadecuado de la hipertensión, la diabetes, las grasas en sangre y las cardiopatías.

“Con los infartos cerebrales se da una muerte cerebral en ciertas zonas del cerebro, por eso hay pacientes que tienen demencia”, puntualiza Orozco.

Menciona que a diferencia de las demencias degenerativas, los daños de las demencias vasculares suceden de forma mucho más rápida.

“Con la enfermedad de Alzheimer, por ejemplo, el deterioro es lento, pueden pasar hasta cinco años, con las vasculares en dos o tres meses ya se ven los daños”, afirma el especialista.

Indica que estos pacientes deben tener un control estricto de la hipertensión y diabetes, así como de las otras enfermedades antes mencionadas para evitar que se den más infartos cerebrales, además de que tienen que recibir tratamiento para la demencia.

Rangel explica que cada persona tiene su propio patrón de deterioro dependiendo de otros factores agregados.

La familia

Los especialistas indican que la enfermedad mental la presenta el paciente y la padece la familia, pues llega un momento en que el primero ya no se da cuenta de lo que sucede y los familiares deben hacerse cargo de él.

“La familia que cuida y atiende al adulto mayor enfermo vive con frecuencia la situación como un problema, debido a las exigencias que esto implica. Es por esto que se requiere que los cuidados sean apoyados y compartidos por todos los miembros de la familia”.

Cuidado integral

Rangel precisa que el cuidado del adulto mayor también tiene que estar basado en conocimiento, por lo que es fundamental que el médico le informe a la familia qué está sucediendo.

“El médico tiene que reunirse con la familia y concientizarla. Desafortunadamente muchas familias no entienden lo que sucede y agreden, rechazan u olvidan al paciente. Es necesario evitar que la familia se colapse”, indica Rangel.La especialista comenta que el paciente debe estar atendido por un geriatra, psicogeriatra, neurólogo, psiquiatra, médico internista y general.

¿Qué hacer?

Se les recomienda:

•Estimularlos brindándoles compañía y cariño.

•Ubicarlos continuamente en la realidad: recordándoles fechas, mostrándoles fotografías, nombres, fiestas de cumpleaños, acontecimientos significativos que hayan sucedido hace pocos días.

•Fomentarles su memoria e imaginación teniendo conversaciones sencillas pero atractivas, lectura de cuentos cortos.

•Estimular la convivencia, comunicación y participación, incorporando al adulto mayor a las actividades familiares.

•Ejecutando con las personas la actividad auditiva y visual, induciéndolos a buscar diferencias entre unas figuras, mencionándoles los colores de la ropa, identificando a las personas por su voz, los objetos que le son familiares por su textura.

•Estimularlos a que realicen algún tipo de actividad física acorde a sus capacidades y siempre en compañía de alguna persona.

•Procurando que siempre traigan consigo una identificación, en caso de que se extravíe.

Cuidados

Algunos consejos de cuidado son:

•Establecer rutinas: la rutina reduce la ansiedad, representa seguridad para el paciente. Ejemplo: mantener la misma hora para las comidas.

•Mantener la independencia del paciente: ayuda a mantener su autoestima, su identidad. Ejemplo: deja que haga pequeñas tareas mientras tenga posibilidad de hacerlas, como vestirse solo.

•Ayúdale a mantener su dignidad: Esto debe lograrse cuidando las conductas y gestos del cuidador. Resguarda la privacidad de la persona, evitando la exposición innecesaria de sus comportamientos deficitarios, como la incontinencia urinaria.

•Evita la confrontación: los conflictos causan estrés y ansiedad que acentúan las dificultades de convivencia del paciente con el resto de la familia.

•Entiende el aquí y el ahora del paciente: Es aconsejable que sí cuidas de un enfermo con demencia comprendas que el momento que vive el paciente, aquí y ahora, es lo más importante.

•Estimula la reminiscencia: Cuando el paciente es llevado a conservar lo que aún recuerda (depende de la persistencia de su memoria remota) se siente más seguro y es capaz de participar en grupos con el consiguiente beneficio para él. No importa cuán repetida sea su historia, debe estimularse especialmente si conlleva recuerdos positivos, buen humor, placer de épocas de juventud.

•Toma medidas de seguridad: La pérdida de la coordinación psicomotora y de la memoria aumentan las posibilidades de accidentes. También se debe tener presente que el paciente con demencia pierde el sentido del riesgo o peligro.

Preven accidentes

Para evitarlos es necesario que:

•Quites alfombras individuales en las que pueda resbalar, enredarse y caer.

•Pintes los escalones con colores llamativos y diferentes: con la evolución de la enfermedad el paciente va perdiendo su capacidad de distinguir diferencias de altura en el piso y la profundidad de los escalones.

•Instales chapas fuera del alcance del paciente en puertas y ventanas peligrosas para evitar caídas y extravíos.

•Dejes luces encendida en la noche. A menudo estos pacientes tienen vagabundeo nocturno. Debes evitar las caídas y la ansiedad producida por la oscuridad.

•Cierres las llaves de paso de gas y agua, pues a menudo los pacientes realizan actos sin propósito, u olvidan que lo hicieron, con el consiguiente peligro. -Protejas enchufes y cables eléctricos.