Disfruta la receta del deseo

Adolfo Córdova

Agencia Reforma

“Cualquier circunstancia, situación, sustancia, alimento, bebida, que disfrutes, que estimule los sentidos y que sea de común acuerdo con tu pareja, porque incremente lo agradable del encuentro erótico, el nivel de deseo, puede ser un afrodisiaco”, explica la terapeuta sexual Verónica Delgado, miembro de la Asociación Mexicana para la Salud Sexual (AMSSAC).

No es que haya, como se cree popularmente, pócimas, polvos mágicos, tes milagrosos, o mariscos infalibles, científicamente no hay nada comprobado, pero la fe alrededor de éstos les ayuda a surtir cierto efecto.

“Los afrodisiacos no existen, pero sí existen, es decir que como tal no hay ninguna sustancia probada que incremente el placer erótico, lo que sí hay es una creencia generalizada en que tales sustancias existen, y eso incrementa la parte subjetiva del erotismo”, señala el sexólogo David Barrios, director de Caleidoscopía, espacio de cultura, terapia y salud sexual.

¿Una probadita?

Más allá de que cada tal para cual genere sus propios afrodisiacos, al tratarse de alimentos existen algunos nombres recurrentes que los expertos mencionaron como posibles detonadores del deseo: chocolate, vino tinto, licores de café y licores de cacao.

Pero no abuse. El alcohol, explica la sexóloga Claudia Rampazzo, también miembro de la AMSSAC, en pequeñas dosis desinhibe y promueve el deseo, en las mujeres a veces una copa de vino basta, pero si se excede el consume surte el efecto contrario y todo falla.

Por otra parte, Barrios, en su libro “La Molécula que revoluciona la sexualidad”, también habla de una serie de sustancias que tienen un efecto antioxidante que pueden favorecer el mejor desempeño sexual, pues mejoran la oxigenación de los órganos del cuerpo, incluyendo los sexuales, pero no se puede decir que tengan efectos instantáneos.

Algunas de estas sustancias son: vitamina e y c, ginkgo biloba, serenoa repens, coenzima Q10, fitoesteroles, ginseng, ácido fólico y otros alimentos como la soya, el té verde, el ajo, las frutas secas, los pescados y mariscos y las verduras ricas en fibra.