La Seguridad ante todo

Georgina Montalvo

Agencia Reforma

La idea “en mis brazos mi bebé siempre estará más seguro” es verdaderamente poética, pero queda totalmente obsoleta cuando de viajar en auto se trata.

Está comprobado que durante un accidente, el peso de los ocupantes se multiplica por 20 o 40. Así, un bebé de 10 kilos pesaría entre 200 y 400 kilos, y ningún adulto, por más amor que le tenga, podría sujetarlo.

Y, lo que es más grave, un adulto de 75 kilos podría aplastar a su niño con una fuerza de entre mil 500 y 3 mil kilos.

Estas son las indicaciones, no recomendaciones, que debe tomar en cuenta para que su bebé llegue sano y salvo a su destino.

1. Antes de arrancar tu coche, tu hijo debe estar sentado en la silla y debes verificar que los cinturones estén bien abrochados. Así también evitas que tu hijo vaya jugando o brincando en el coche, o en el asiento delantero.

2. Aunque no es sencillo colocarlo, seguir las instrucciones que le hayan dado en la tienda donde haya comprado la silla y leer la sección de instalación de sillas infantiles de seguridad en el manual de instrucciones de su vehículo es básico. No todas las sillas infantiles se pueden instalar en todos los asientos de todos los vehículos.

3. Utilice siempre un asiento adecuado para el peso y la estatura de su niño. Cuando la cabeza del niño sobrepasa la altura máxima del asiento infantil es necesario cambiarlo por uno de mayor tamaño.

4. El sitio del vehículo normalmente más seguro, por estar más alejado de cualquier zona de impacto en caso de accidente, es el asiento trasero central. Pero hay excepciones cuando el conductor viaja solo, por lo que debe consultar su manual.

5. Si sujeta el asiento al vehículo con el cinturón de seguridad del auto, intente “zarandear” con fuerza la sillita infantil y compruebe que no se mueve ni hacia los lados ni hacia delante más de 2 o 3 centímetros en cada dirección.

6. Cuando puede regularse la inclinación de la silla, se recomienda que el respaldo forme un ángulo con la línea vertical de entre 30 y 45 grados. Si está muy vertical, en caso de choque, la cabeza del bebé podría caerse hacia delante presionándole la tráquea; y si está demasiado acostada, en un choque frontal, el bebé tendería a deslizarse hacia delante.

7. Las cintas superiores del arnés infantil normalmente pueden regularse en altura, de modo que éstas salgan a la misma altura aproximadamente a la que se sitúan los hombros del niño. Realice dicho ajuste antes de instalar el asiento en el vehículo.

8. Si el arnés del asiento infantil dispone de revestimientos acolchados, colóquelos correctamente sobre las clavículas y la parte superior del pecho del niño. Evite que queden retorcidos. Los revestimientos no aportan sólo comodidad al niño, sino que ayudan a amortiguar los eventuales impactos frontales.

9. Ajuste siempre los cinturones del niño al principio de cada viaje. El cinturón debe quedar sin holguras, de modo que se pueda pasar, como máximo, uno o dos dedos entre el cinturón del niño y su cuerpo. Otra pista para saber que ha quedado demasiado holgado es “pellizcar” la cinta, si lo logra entonces no está suficientemente ajustado y puede ser peligroso.

10. Compruebe frecuentemente que la silla siga firmemente sujeta al asiento del vehículo, especialmente las que se sujetan al vehículo utilizando los cinturones de seguridad.

Fuente: Fundación MAPFRE

Información www.seguridadvialinfantil.org