a cobrar la renta

Por hay dicen que “fiado ni al cuñado”. Y si algo necesitan nuestros morenazos del Tri es fajarse bien los pantalones y cobrarle a los ticos la renta por pisar el césped del Estadio más imponente de toda la zona de Concacaf: el majestuoso Estadio Azteca.

No vayan a creer, mis queridos paisanos, que de repente me entró el espíritu patriótico porque acaba de pasar el natalicio de Benito Juárez, o porque me chuté completito el libro de Vicente Fox, ¡para nada! Lo que pasa es que estamos a punto de librar la primera de varias finales que tenemos que ganar para llegar al Mundial de Sudáfrica 2010.

México ha dejado de ser ese “gandalla” que nomás con pararse enfrente de cualquiera de nuestros hermanos centroamericanos pus hacia tronar sus chicharrones. Nuestra selección heredó de buenas a primeras su cetro de “gigante de la zona” a nuestros compadres los gringos. Actualmente es uno más, que lucha por un boleto para la justa mundialista y si no empieza a cobrar la renta de local pues, como a la Bartola, no le alcanzará para el gasto.

El partido frente a Costa Rica define mucho más que tres puntos en el hexagonal final. El resultado del partido ante “la roja” le dará luz verde al trabajo de Don Sven o de plano le dará, como al chinito, puro cuello. La continuidad del güerito depende de una sola cosa: ganar, y no hay de que a “Chuchita la bolsearon”.

Quizá hemos perdido terreno con nuestros vecinos de la hamburguesa y el hot dog, pero en nuestra casa, en el Estadio Azteca debemos seguir siendo los mandones. Es verdad que hace ocho años fueron precisamente los ticos quienes nos propinaron la única derrota que hemos sufrido en el coloso de Santa Ursula en toda la historia de las eliminatorias, pero de eso que se confíen los costarricenses y que los nuestros saquen las agallas y nos den la primera satisfacción del año.

Este fin de semana juega México contra Costa Rica y de una cosa estoy seguro: en época de vacas flacas, hasta el pellejo sabe a gloria. ¡Que viva México, Raza!