Con información Reforma y AP
BARRANQUILLA, Colombia (AP) — Llegan después de transitar por rutas diferentes, pero Argentina y Brasil, los mayores coperos en la historia del Mundial Sub20, se estrenan el viernes en la apertura del torneo en suelo cafetero con la meta de sumar más pergaminos.
Llevarse la gloria en Colombia no caería nada mal después de que las selecciones mayores de ambas potencias sudamericanas fracasaron en la reciente Copa América.
Con la dirección de Walter Perazzo, la albiceleste dice presente después de haberse ausentado del anterior Mundial de Egipto 2009 y tras sufrir un duro revés en el Sudamericano de Perú de enero, donde se clasificó al Mundial pero no al torneo olímpico de Londres 2012.
Brasil ganó el Sudamericano y selló su pasaporte para ambas citas.
Argentina se mide contra México al ponerse en marcha el Grupo F en la sede de Medellín. Inglaterra y Corea del Norte disputan el otro partido de la zona.
Bien vigilados
Medellin, (REFORMA) – Dicen que más vale prevenir que lamentar.
Tras el incidente de indisciplina de la Selección Sub 22 en Quito y que ocasionó la baja de 8 jugadores previo a la Copa América, las medidas de seguridad en torno a los representativos nacionales se han incrementado, y la Sub 20 no es la excepción. Incluso, pareciera que las acciones para evitar un problema de indisciplina al interior del Tri que participará en el Mundial de la especialidad en Colombia son todavía mayores.
Sin embargo, para el coordinador de Selecciones Menores, Juan Carlos Ortega, no es así. “El jugador nos firma y nos lee el reglamento que se tiene, y este reglamento se reduce en una palabra, nosotros tenemos que elegir que sean ‘profesionales’”, consideró Ortega.
“Eso (la disciplina) se construye desde los clubes. Siempre existe un riesgo, porque el ser humano… podemos equivocarnos, pero está bien estructurada esta parte de Selecciones Menores, no tenemos ningún problema y esto nos hace pensar exclusivamente a lo que venimos, a competir a un Mundial”, añadió. Algunas de las medidas más destacadas son el apoyo de la Policía de Medellín para vigilar los pasillos del piso donde duerme el Tri juvenil.
Los guardias están ubicados justo al lado de los elevadores. Desde ahí tienen visibilidad de todos los ángulos, de los corredores, además del apoyo de cámaras de seguridad.
Además, el personal del hotel tiene la instrucción por parte de la delegación mexicana de no pasar ninguna llamada a los cuartos de los futbolistas, a menos de que estos avisen quién les va a llamar, y sea reportado a algún miembro de la comitiva. Las tarjetas para abrir las habitaciones es otro detalle que han cuidado, esto más por parte del hotel, que por la misma Selección Mexicana.
En caso de que un jugador la pierda tiene que asistir alguien del cuerpo técnico o colaborador del comité organizador que acompaña al Tri juvenil para autorizar que se otorgue otra llave.
