Édgar Contreras

Agencia Reforma

Jürgen Damm estaba inquieto en los últimos días. Desde que escuchó a Miguel Herrera decir que lo tenía como un prospecto para la Selección Mexicana, el volante del Pachuca contaba las horas para conocer la convocatoria para los duelos ante Paraguay y Ecuador.

Su emoción es similar a la de otros jugadores que esperan por primera vez el llamado, pero se distingue porque él no ha vestido la playera del Tri en ninguna de las categorías menores.

“Llegar a la Selección es mi mayor sueño, lo difícil es mantenerse, lo que hay que hacer es siempre trabajar en el club. Decía Marco (Garcés, director deportivo del Pachuca) que piden informes semanales de cómo trabajas, cómo te desarrollas en los partidos, cómo eres como persona. “Siempre hay que ser trabajador y dar todo de sí en los partidos, mostrarte, apoyar al equipo, ser una persona humilde y tranquila, fuera de problemas extracancha y estar mentalizado en jugar al futbol, la base será esa, el trabajar al 100 por ciento y demostrarle al ‘Profe’ Herrera que quiero estar ahí”, dijo a CANCHA el jugador.

La carrera de Damm ha despegado en los últimos dos años. En 2012, cuando descendió con Tecos, sufría al pensar que no se había mostrado lo suficiente como para que lo contratara un equipo de la Primera División.

“El escuchar al ‘Profe’ Herrera en las entrevistas, el que diga tu nombre y que estás siendo considerado te motiva mucho, es un sueño muy grande desde niño, el poder representar a mi País, pero estoy tranquilo, trabajando, (debo) caminar bien con mi club”, mencionó. El futbolista, nacido en Veracruz, pero cuyo abuelo es alemán, sabe que el Tricolor es la mejor vitrina para emigrar a Europa, ya que en años atrás despertó el interés del Manchester United y del Chelsea.