Gracias, Cruz Azul

OPINIÓN

Jorge Rivera / La Raza del Noroeste

Antes de que los millones de dólares convirtieran este deporte en un negocio por todo el mundo, y que en particular las televisoras se tomaran el futbol mexicano, había un principio que parecía más claro que todos los demás.

El futbol se juega por pasión, por orgullo.

Los tiempos y los millones han dejado ese principio en el olvido para muchos, y han encontrado personajes que se prestan para pensar chiquito, con tal de ganar “alguito”.

Afortunadamente no es así para todos.

Este miércoles en Paraguay, el Cruz Azul de México saltó a la cancha con valentía, con mayoría de titulares, y fue a buscar el resultado, a jugar bien al futbol.

Tocó corto y al piso, rotó, abrió espacios, y creo dos ocasiones claras que adelantaron la defensa del local y que el “chuletita”, oportunista como es, empujó con precisión para darle a México una victoria grande en la Copa Libertadores.

Pudieron ser un par más, lo mismo por el rival; no fue un “juegazo” pero fue entretenido y de buen nivel.

No dejó de llamar la atención la actitud de Enrique Mesa a nivel de cancha, casi inusual para el: se paraba, caminaba nervioso dando instrucciones y hasta gritaba.“Ojitos” quería ganar, y lo consiguió. Cruz Azul hizo una presentación de equipo grande, respetable, de equipo que quiere ganar todo lo que le pongan frente, sin achicar a modo sus propias ambiciones.

¿Quién se inventó eso de “escoger” torneos para jugarlos bien, y jugar el resto de manera mediocre? Ciertamente no fueron los buenos equipos del mundo.

Mientras Tigres se sienta a ver pasar la vida por televisión, y compite en un solo torneo corto, “para evitar la fatiga”, el FC Barcelona es segundo en su liga, jugará la final de Copa del Rey y la próxima semana arranca octavos en la UEFA Champions League.

Bayern Munich de Alemania también curiosamente es segundo en su liga y juega octavos de Champions, mientras acaba de pasar a semifinales de su torneo abierto, la DFB Pokal.

El Arsenal inglés está en octavos de la Copa FA y también de “Champions”, siendo sexto en la Premier Inglesa.

Pero no son solo los grandes, los de nóminas millonarias los que se le miden al reto de querer ganar siempre.

La U. de Chile fue campeón de su país el año pasado, ganando la suramericana en el mismo año, y ahora arranca en la Libertadores; esfuerzo similar hizo la Liga de Quito en Ecuador.

Más cerquita, y con una plantel que pocos parecen apreciar, Seattle Sounders está en cuartos de “Concachampions” habiendo jugado liguilla MLS y ganando el titulo en la Copa de EU.

No se trata de ser grande o chico, millonario o no, de liga importante o no; se trata de tener orgullo, de querer ganar y de querer ser siempre el mejor.

Más aun cuando se representa a su país, como se hace a nivel de selección y de torneos intercontinentales.

El orgullo nacional es componente fundamental del futbol desde la época en que las batallas entre el Barcelona y el Español representaban las luchas separatistas del pueblo catalán, historia antigua pero cierta.

Meza y “la máquina” lograron respeto para el futbol mexicano esta semana, porque se vieron como guerreros y no como negociantes de puntitos para ganar un torneo si, y otro no.

Y no se sacrificó mucho para lograrlo, los cementeros le pisan los talones a Tigres en la liga mexicana, están invictos, Tigres no, y tienen más goles en el torneo que la UANL.

La presentación de Cruz Azul nos devuelve la fe a quienes amamos el futbol por lo que es, no por lo que cuesta ni por lo que se gana en dinero con su actividad.

Bien por el profesor Mesa; y a Ferreti, triste representante de la tierra de Pelé, quién diría, habrá que decirle que se vaya él a ver a Juan Gabriel, que nosotros nos quedamos mirando futbol y queriendo ver a nuestros equipos ganar donde los pongan.