Los tres García y un sancho

Efraín Palomino Morales

Corresponsal de La Raza del Noroeste

En el horizonte se ven sus tres siluetas imponentes, a punto de echar tiros al aire y gritar que en el rancho Bicentenario sólo sus chicharrones truenan. No obstante, una cuarta silueta entra a cuadro y les mete tremendo susto para que sepan que su pistola, aunque de chocolate, también sabe tronar.

Así es mi Raza: América, Chivas, Cruz Azul y Pumas robaron en la jornada uno del Bicentenario 2010 y la cáscara mexicana se pone, por consecuencia, más alegre que Hugo Chávez cantando el Rey acompañado de unos tequilas.

Se sabía que los reflectores apuntarían a los cuatro “grandes”, pero, acá entre nos, sólo la máquina y las águilas daban señas de patalear en el actual torneo y es que el rebaño y los universitarios dieron más vergüenza el año pasado que las declaraciones de nuestro popular Felipillo Calderón.

Aunque los cuatro ganaron, no todos convencieron. Chivas volvió a ser ese equipo de raza que saca el pecho y juega bonito, sobre todo el Chicharito, quien anotó dos goles; América aprovechó las expulsiones de San Luis y se atascó de tunas, esperemos que no se empachen y caciqueen el baño; Cruz Azul tuvo fortuna y de último minuto le pito al Jaguar al oído; y los Pumas supieron concretar las pocas oportunidades que tuvieron ante unos zorros sin pena ni gloria.

Se jugó la primera jornada del Bicentenario 2010 y la fe de los aficionados que viven de las hazañas de los tres García y su sancho panza les da para echar las campanas al vuelo (aprovechando que este año se viene la pachanga de la independencia y la revolución), sin embargo, ¡aguas! porque no vaya a ser que sus pistolas sean de chinanpinas y lo único que ganen en este torneo sea un peluche en la feria de la cáscara mexicana.

El chanflazo es para el brody más famoso de nuestro rancho playero: Jorge Campos. Resulta que los de la FIFA publicaron sus listas mensuales y en los mejores porteros de la historia ubican a nuestro morenito querendón, colocándolo en el sitio número treinta. A Campos no sólo se le reconoce por su peculiar vestimenta sino que, además, por su gran talento: representó a México en los Mundiales 1994, 1998 y 2002. ¡Brody, en vez de mover la pancita mejor vende playeras con el número treinta!

El calcetinazo es para el Cuau y conste que no es necedad ni que tenga muina en contra de mi compadre por no invitarme a su cumpleaños pero de que no ha sido buena su decisión de jugar en Veracruz ni quién lo dude. El Tiburón Blanco arrancó con dos derrotas la Liga de Ascenso y esto, además de afectar el ánimo de los jarochos, lo limita en sus aspiraciones de portar la verde en Sudáfrica 2010. ¡Cuau, ya deja las espumosas y mejor ponte a echar pata… pero en la cancha!

El desempance es para nuestro mexicanismo Vasco y es que, no obstante a tener una voz más ronca que la de Martita después de gritarle a Fox que vaya por las tortillas, se ánimo a chutarse una canción en un canta bar del DF. El detalle es que el técnico nacional en lugar de echarse una de José Alfredo, Chente o ya de menos de Juanga se aventó la Puerta de Alcalá. Esperemos que en Sudáfrica 2010 se entone junto al Tri y demuestren que en el mundial no cantan mal las rancheras.