Casa Latina Conflicto

Alejandro Domínguez

La Raza del Noroeste

 CASA Latina ha tenido varios desafíos y grupos que están en contra de esta organización. Pero esta vez, el grupo que está protestando son los mismos trabajadores que iban al centro en busca de trabajo. Alrededor de 60 trabajadores han firmado una carta a Hillary Stern, directora ejecutiva de CASA Latina enumerando varias quejas del centro que van desde preguntas de adonde van los fondos, protesta por la rifa y el cobro de una membresía para miembros de CASA Latina. El grupo de trabajadores dicen que encuentran irregularidades y mucha injusticia en la organización. Como ejemplo mencionan que los directivos se comportan prepotentes con ellos y no quieren escuchar sus voces. Acusan a la administración de jugar favoritismos en la rifa del trabajo, y de solo dar trabajo a jornaleros que están de acuerdo con ellos. De esta manera, crean conflicto entre los trabajadores. Varios de ellos han sido suspendidos y no pueden ingresar al Centro. “Hay un ambiente de hostigamiento”, dijo Julio Valverde, líder del grupo de trabajadores descontentos.. Valverde dice que los problemas empezaron hace un par de meses y fue escalando porque describe que los administradores se comportan “como una mafia”. Una de los temas en el documento enviado a Hillary Stern, su Directora es que CASA Latina les ha dicho que no hay suficientes fondos y los trabajadores preguntan como esto es posible, porque CASA Latina recibe ayuda financiera de la ciudad y el estado. El grupo está en contra de pagar $50 por la membresía ya que con la economía, hay muy poco trabajo y cualquier cobro extra daña sus finanzas personales. Valverde dijo que CASA Latina es una organización no lucrativa y que le preocupa que después empiecen a aumentar los costos. Entre las demandas del grupo está que suspendan el pago de membresía, detener la campaña de hostigamiento por parte de los despachadores, que se practique una auditoría para saber en qué se manejan los fondos y el despido del personal incluyendo a Araceli Hernández, debido a su comportamiento con ellos. “En una junta llegó muy prepo ente y posesiva”, dijo David Medrano. En general, el grupo dice que han perdido la confianza en los administradores. Otra queja es el sistema de rifa, porque el grupo dice que no hay transparencia y solo salen a trabajar las mismas personas. La respuesta de CASA Latina Hillary Stern declaró que ha leído la carta, y que está dispuesta a hablar con los trabajadores. Sin embargo, los trabajadores dicen que solo van a hablar con Stern cuando despida a los administradores, algo que ella dijo que no podía hacer. “Acusaciones de corrupción es una cosa seria que solo se puede hacer con pruebas”, dijo Stern. Stern recibió la carta en febrero y también mandó una respuesta por escrita para Valverde. Ella dijo que la membresía solo es una propuesta y no está definida. Dijo que fueron los trabajadores los que acordaron en pagar $50, pero esto fue cuando la economía estaba mejor. Incluso, dijo que CASA Latina pensó que el costo era muy alto pero los trabajadores dijeron que era justo. “Querían formalizarlo y tener más oportunidades de liderazgo”. Las pláticas sobre la membresía se desarrollaron el año pasado y debido al clima no se discutió por un tiempo. En febrero, se volvió a hablar de este tema pero ya había miembros que desconocían la propuesta, dijo Stern. Stern dijo que la idea del pago de una cuota para membresía era para fortalecer la institución y no depender de un solo tipo de ingresos. Se le preguntó sobre los fondos dados por la ciudad y el estado y ella contestó que CASA Latina recibe fondos de varias instituciones porque manejar el centro es más costoso que los fondos proveídos por la ciudad. “No estamos gastando más de lo que entra sino que gastamos más de los que nos da la ciudad”, dijo Stern. Se realizaron pláticas entre los dos grupos, y Stern dijo que llegó a un nivel muy vólatil, que tuvieron que traer seguridad y registrar a los trabajadores que lleguen al Centro cada día y retirar a gente que no va a trabajar. Para el sábado, las pláticas se habían cancelado. Para Stern, este conflicto le preocupa porque el grupo de Valverde ha hecho que sean publicados en periódicos como Seattle PI y The Change, provocando reacciones anti inmigrantes en la comunidad. Ella dice que el grupo de Valverde es la minoría, pero Valverde afirma que la mayoría de los jornaleros en contra de la administración ya no van a Casa Latina. Francisco Pacheco, de la Asociación Nacional de Jornaleros con oficinas en Los Angeles y D.C., visitó CASA Latina para ayudar con las discusiones. Pacheco dijo que ha hablado con varios trabajadores y la mayoría dicen que las acusaciones no tienen sentido. Dice que este tipo de discusiones son normales cuando hay poco trabajo. “Siempre que hay escasez de trabajo, hay ambiente de descontento”, dijo. Araceli Hernandez, administradora y una de las personas en medio de esta disputa, no quiso hacer declaraciones pero espera que se presente evidencia. Mientras, Valverde dice que su grupo representa las voces de los trabajadores y quieren cambiar a CASA Latina. Opina que hay algo más que están ocultando y que quieren crear división entre los trabajadores. En una llamada reciente a este periódico, Valverde dijo que se presentó evidencia a la ciudad de Seattle el jueves en la mañana. Intentos para comunicarse con él al momento del cierre no fueron exitosas. Cambios provocados Aun así el descontento ha provocado cambios como la manera de hacer la rifa. Cada mañana, los jornaleros se reunen en el Centro en la esquina de Western y Battery en Seattle. Alrededor de más de 50 jornaleros se reunieron desde las 6 de la mañana un sábado con leve llovizna. Los jornaleros se deben de registrar en la mañana mostrando una identificación para que entren a la rifa. En este día hubo cinco trabajos; de esos, dos fuero dados para las personas que hicieron la limpieza y la seguridad el día enterior, y un mujer jornalera. Solo dos personas obtendrían un trabajo en esa mañana. Se sacarán 25 nombres por si más trabajo sale durante el día. También Stern dijo que se empezó a educar a la administración para un mejor trato hacia los trabajadores. Incluso, los propios trabajadores de CASA Latina han creado una campaña de firmas en defensa de CASA Latina diciendo que ellos son la mayoría. Dicen que son pocos los que se forma la revuelta y tiene miedo de que afecte el centro de trabajadores. “No queremos que se cierre ya que nos afecta a todos”, dijo Ramiro Gallegos. Gallegos esta preocupado de que esto solo provoque sentimientos anti migratorio por la comunidad americana que dicen que los trabajadores son problemas. Pero dice que CASA Latina todavía tiene campo para mejorar Noé García dijo que la membresía no estaba bien porque tener trabajo no es seguro, pero no está de acuerdo con las acusaciones de que CASA Latina los está robando. “Yo digo que no tienen pruebas y están equivocados”, dijo García, originario de Hidalgo. José Rojas permanece afuera del Centro bajo la llovizna. No entrará para registrarse y participar en la rifa de ese día ya que forma parte del grupo de trabajadores protestando contra CASA Latina. Rojas dice que necesitan un cambio de despachadores porque están inconformes con ellos. “A mi me parece que no dicen la verdad, solo a medias”, dijo Rojas. Eulalio León, de Oaxaca, dice que en la oposición están mal informados porque no vienen a las juntas. Dice que aunque todos tienen derecho a hablar, no todas las personas que van al Centro buscan trabajo. León dice que la mala atención que está provocando hace más difícil que tengan trabajo. Por eso pide una rápida resolución. “Los empleadores no nos quieren como trabajadores”, dijo León. “Tenemos que mantener a los hijos.”.