Cruzada contra el hambre

E. EDUARDO CASTILLO

Associated Press

El presidente Enrique Peña Nieto anunció el lunes una cruzada nacional contra el hambre en México, que va en línea con un plan de Naciones Unidas para acabar con ese problema en el mundo y que también hace eco a un programa similar lanzado hace una década en Brasil.

El mandatario mexicano dijo que la cruzada atenderá a 7.4 millones de personas que su gobierno estima padecen tanto pobreza extrema como carencias alimentarias severas.

Peña Nieto creó mediante decreto el sistema nacional contra el hambre, denominado “Sin Hambre”, y aseguró que no se trata de un programa asistencialista en el que sólo se repartan alimentos sino que se promoverán la promoción de las capacidades de la gente.

El plan iniciará en los 400 municipios más pobres del país, incluidos varios de Chiapas, donde según el gobierno estatal hay 1.5 millones de personas (un 30% de su población) sin los ingresos necesarios para adquirir una canasta básica de alimentos. “Resulta lastimoso, doloroso, que aún sigan existiendo mexicanos que padezcan hambre aquí en Chiapas… y en todas las entidades de la República Mexicana”, dijo Peña Nieto, que tras asumir el poder el 1 de diciembre anunció que el combate a la pobreza será una de sus prioridades en el gobierno.

La cifra de 7.4 millones con hambre no había sido mencionada en el pasado. Según las últimas cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el organismo encargado de medir la pobreza, hasta 2010 alrededor de 52 millones eran considerados pobres, y de ellos 11,7 millones padecían pobreza extrema. México es un país con poco más de 112 millones de habitantes.

La secretaria de Desarrollo Social y quien encabezará las acciones de la cruzada, Rosario Robles, dijo que el plan busca sumarse a los objetivos del Milenio de la ONU y a su estrategia Hambre Cero con la que se busca que nadie en el mundo no tenga qué comer. Su oficina refirió que los 7,4 millones de personas que se atenderán representan el 63,2% del total de población en pobreza extrema.

Brasil ha sido considerado un país modelo en ese tipo de estrategias luego de que en 2003 puso en marcha programas sociales, incluido el de Hambre Cero, que ha sido reconocido por ayudar a salir de la pobreza a millones de personas.