Cupido en la oficina

Andrea Menchaca y Jessica Castañeda

Agencia Reforma

La exigencia laboral, obliga a las personas a trabajar largas jornadas y hasta fines de semana, ha hecho del lugar de trabajo el sitio ideal para fincar las relaciones afectivas más importantes, y aquellas que involucran a un “alma gemela” no son la excepción.

Los romances de oficina son más comunes de lo que la gente cree, coinciden Stephanie Losee y Helaine Olen, autoras del libro “Office Mate: The Employee Handbook for Finding -and Managing- Romance on the Job” ( “Compañero de Oficina: El Manual del Empleado para Encontrar -y Manejar- el Romance en el Trabajo”).

Olen y Lossee, periodistas de negocios y estilos de vida, investigaron sobre el romance de oficina para ver por qué el tema era estigmatizado. Después de todo, dicen, ellas habían estado casadas por 16 años con dos hombres a quienes habían conocido en el trabajo.

“Lo que encontramos es que el romance de oficina por mucho tiempo ha tenido una reputación negativa, ha sido un tabú, ha sido algo estigmatizado cuando se hace”, explica.

“(Pero) no es inusual, y lo que más nos sorprendió saber es que de un 20 por ciento a un 30 por ciento de los romances de oficina terminan en relaciones a largo plazo o matrimonio”, señala la escritora, quien habla también por experiencia propia.

Las periodistas encontraron que, tan sólo en Estados Unidos, al menos la mitad de sus encuestados había tenido una pareja en la oficina.

Nuevos

TERRITORIOS

Losee comenta que antes las personas crecían en un lugar y permanecían ahí toda la vida, en “aldeas” que podían ser pequeñas ciudades, colonias o la iglesia, pero ahora se mueven alrededor de otras ciudades, no permanecen donde nacieron.

“La aldea de los viejos tiempos se ha trasladado a la oficina porque las relaciones que se dan hoy no son cualquier relación, son relaciones chapadas a la antigua que toman un buen tiempo para darse”, explica Losee.

La diferencia de conocer a una persona en el trabajo es que llegas a conocer a la persona desde adentro, dejando a un lado las primeras impresiones, opina Losee, “Si conoces a alguien en un bar, lo ves y si no es tu tipo lo rechazas; si ves el perfil de alguien en el internet, si su lista de intereses no es compatible con tu lista, lo rechazarás.

“Pero en la oficina nada se basa en la primera impresión. Tú ves a esta persona trabajando, la ves cuando están ante una fecha límite, cuando está bajo presión, cuando está cansada, cuando le está yendo mal o cuando está teniendo éxito. Ves todo sobre la persona”.

Con Buenos Ojos

A decir de las autoras, la percepción de la gente respecto a los romances laborales ya no es negativa como antes.

“La persona cree que la otra gente sí lo percibe como negativo, pero de hecho otros datos de encuestas muestran que a la gente o no le importa o de hecho apoya los romances de oficina”, señala Olen, de hecho, los compañeros toman actitudes paternales o maternales hacia las parejas en la oficina.

April Masini, experta consejera en línea sobre relaciones y citas, señala que las relaciones en la oficina no son un tabú, sino que son esperadas.

Lo que es innegable es que un romance en la oficina requiere que ambos sean personas maduras que logren separar su vida personal de la laboral para lograr un buen comportamiento y evitar situaciones incómodas, sobre todo cuando la relación no progresa exitosamente.