AP
MANCHESTER, Inglaterra (AP) — Manchester United podrá saldar una cuenta pendiente con el Barcelona tras asegurar su pase a la final de la Liga de Campeones al despachar el miércoles 4-1 al Schalke alemán.
El ecuatoriano Antonio Valencia encaminó al conjunto inglés a un abultado triunfo que estableció un 6-1 en el global. El brasileño Anderson metió un doblete y Darron Gibson hizo el otro tanto para redondear el marcador.
La final del 28 de mayo en el estadio Wembley será la tercera para el United en cuatro años.
Para el técnico Alex Ferguson y Wayne Rooney, el duelo servirá para cobrar revancha de la derrota 2-0 ante Barcelona en la final de 2009 en Roma.
También ofrece la oportunidad de ver a Javier “Chicharito” Hernández, el goleador mexicano de los “Red Devils”.
“Barcelona juega muy buen fútbol, va a ser complicado”, dijo el arquero Edwin van der Sar, quien probablemente en la final disputará su último partido antes de retirarse. “Tenemos que asegurarnos de haber aprendido nuestra lección (de hace dos años), estar preparados y lidiar con ellos de otra manera. Espero que el desenlace sea otro”.
Después del triunfo 2-0 en Alemania, Ferguson dio descanso a la mayoría de los titulares para encarar una partido clave en la liga Premier contra Chelsea. A falta de tres fechas, Man United encabeza el campeonato con tres puntos de diferencia sobre Chelsea.
“Barza” cumplió su trámite
Apuntalado por el triunfo 2-0 en el partido de ida en el estadio Santiago Bernabéu, el Barsa sólo necesitó el martes un empate 1-1 en el Camp Nou para sellar su boleto a la final del 28 de mayo en Wembley, donde ganó su primera Champions en 1992.
“Se ha hecho justicia futbolística”, dijo el mediocampista Xavi Hernández. “Ha pasado el mejor equipo”.
Pedro Rodríguez marcó a los 54 minutos para un Barsa que capeó un temporal merengue en los minutos iniciales del segundo tiempo y que, poco a poco, impuso su supremacía en el cuarto y último duelo en 18 días entre los gigantes del fútbol español.
Marcelo igualó a los 64 para darle un tenue rayo de esperanza a un Madrid que jugó sin dos de los puntales de su defensa, Pepe y Sergio Ramos, ambos suspendidos. El técnico José Mourinho tampoco estuvo en el banquillo por su expulsión del encuentro anterior.
Al igual que después del primer partido, el Madrid acusó al árbitro de favorecer a su rival, luego que el belga Frank De Bleeckere anuló un gol del argentino Gonzalo Higuaín en circunstancias polémicas.
El Barsa buscará contra el Manchester su cuarto título europeo, y tercero desde 2006.
