SALT LAKE CITY, Estados Unidos (Reforma) – Japón está a la vista de los Rayados, pues agarraron su boleto para el Mundial de Clubes que se celebrará en ese país en diciembre, luego de que anoche ganaron en forma dramática la Liga de Campeones de Concacaf, al vencer por 1-0 al Real Salt Lake, para un global de 3-2.

Como sucedió en los dos últimos títulos que consiguió el Monterrey en la Liga Mexicana, un golazo de Humberto Suazo, en jugada que armó con Sergio Santana al final de la primera mitad, fue suficiente para coronarse de manera invicta, pues de 12 partidos disputados ganó 9 y empató 3 en este torneo.

Rayados se paró con personalidad en el Rio Tinto y jugando con corazón y la suficiente dosis de talento se llevó merecidamente el título de Concacaf, quebrando la marca de 34 juegos sin perder que tenía el equipo local, en una noche que quedará guardada en la eternidad.

Para el Monterrey es su primer título internacional de jerarquía, luego de que en 1993 había alzado la Recopa de Concacaf, al ganar un cuadrangular entre campeones de Copa de países del área. “Y ya lo ve, y ya lo ve, es para Tigres que lo miran por TV”, cantaron algunos jugadores brevemente al final del juego, como lo han hecho otras dos veces en los últimos 16 meses, al ganar los títulos de Liga de los Aperturas 2009 y 2010.

Durante los 90 minutos que duró esta batalla, los jugadores albiazules no lucieron cansados. Su fortaleza mental fue suficiente para vencer ese fantasma, así como la fría temperatura y el ambiente hostil que vivieron.

Apoyados por unos 200 aficionados albiazules, los Rayados jugaron como no lo habían hecho en las últimas semanas. Se aferraron al triunfo y lo defendieron con corazón, casta y esa dosis de suerte que tiene también un campeón.

Como sucedió en el Apertura 2009 y 2010, “Lucho”, José Basanta y Jesús Arellano cargaron un trofeo más y el Monterrey dio rienda suelta a su felicidad. “Omedetoo (Felicidades)”, Rayados, Japón los espera.